A lo largo de su rica historia, la Ópera Popular de Viena ha acogido siempre a los géneros modernos y los artistas innovadores con los brazos abiertos. El triple espectáculo de ballet Encuentros (o Begegnungen, según su título original en alemán) demuestra la afinidad de este Teatro con la vanguardia. Tres destacados coreógrafos contemporáneos presentan cada uno una de sus obras notables y dejan que sus estilos únicos fluyan juntos en una velada que celebra la diversidad, la innovación y la hermosa unión de la música y el movimiento.
La velada comienza con 24 Préludes, una obra que Alexei Ratmansky creó para el Royal Ballet de Londres en 2013. En ella, rinde homenaje a la gran tradición de la danza británica del siglo XX, legada por Antony Tudor y Frederick Ashton. Sobre la emotiva música de Frédéric Chopin, Ratmansky explora varios estados de ánimo y relaciones en forma de ballet. Ocho bailarines se turnan para expresar emociones primarias y comparten el escenario en encuentros explosivos y visualmente impresionantes. La carrera de Ratmansky, uno de los grandes nombres actuales de la danza, le ha llevado a trabajar con prestigiosas compañías de ballet, como el del Bolshoi de Moscú y el American Ballet Theatre de Nueva York.
A continuación llega Uraufführung (o “Estreno” en español) de Andrey Kaydanovskiy. Este artista nacido en Rusia, que ha sido durante mucho tiempo bailarín del Ballet Nacional de Viena, también se dedica a la coreografía. Sus obras han sido representadas en escenarios de todo el mundo, como Praga, Moscú y Múnich. En Uraufführung, Kaydanovskiy se une al compositor y músico de jazz tirolés Christof Dienz para estudiar los límites de la imaginación, la realidad, la ficción y la abstracción. Un artista y su musa se persiguen mutuamente y circunscriben un amplio espacio abierto, lleno de espectaculares movimientos e invenciones musicales.
La última parte de la velada está confiada a Martin Schläpfer, director y coreógrafo principal del Ballet Nacional de Viena. En su obra Transformed into sunshine (“Transformados en rayos de sol”) deja que sus bailarines pinten un cuadro meloso y armonioso de ternura, confianza tranquila y progreso constante. Como acompañamiento musical, Schläpfer ha elegido el Concierto para piano nº 4 de Ludwig van Beethoven. Las vivas y triunfantes melodías en sol Mayor fluyen en perfecta armonía con la delicada pero decidida coreografía y dan vida a la metáfora del sol. Así termina Encuentros en la Volksoper de Viena, una celebración especial de ballet moderno con tres de sus mentes más creativas.