Su matrimonio con Catalina de Luxemburgo, hija del rey de Bohemia y Sacro emperador romano Carlos IV, le permitió entrar en la órbita de las familias reales. Pero cuando Carlos IV organizó la elección al trono imperial y no incluyó a Austria entre los siete Grandes Electores, Rodolfo IV quiso que los Habsburgo tuvieran una compensación y elaboró un documento, el Privilegium minus (Privilegio menor), y lo entregó a su suegro el emperador Carlos IV, diciendo que era el original redactado por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico Barbarroja, mediante el cual concedía una serie de privilegios a los Babenberg, entonces señores de la marca austriaca, por defender las fronteras del Sacro Imperio; así, en virtud de este documento, los duques de Austria tenían derecho al título de archiduques, el cual se transmitiría a todos los varones de la familia, y otros derechos y prerrogativas, convirtiendo el Privilegium minus en Privilegium maius (Privilegio mayor), si bien la Corte Imperial no aprobó dicho documento y no sería aprobado hasta que, en 1440, Federico III el Sabio, de la casa de los Habsburgo, subió al trono como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
En política interna, a pesar de su corto mandato, Rodolfo IV dejó también una marcada huella en Viena. Quería llevar a Viena al nivel de importancia cultural al que su suegro, Carlos IV, había llevado a Praga. Así, Rodolfo IV llevó a cabo diversas reformas municipales, terminó la construcción de la Catedral de San Esteban y, en 1365, fundó la Universidad.
Rodolfo IV el Fundador
(Viena, 1339 – Milán, 1365), conocido como el Fundador (der Stifter), fue duque (autoproclamado archiduque) de Austria (1358-1365).