Aunque nació en Freiberg (actual República Checa) en el seno de una familia judía con pocos recursos, cuando era niño se trasladó junto con su familia a Viena, donde ingresaría en la Universidad a los 17 años.
En 1877, abrevió su nombre de Sigismund Schlomo Freud a Sigmund Freud.
En 1886 Freud se casó con Martha Bernays, con la que tuvo seis hijos, y abrió una clínica privada especializada en desórdenes nerviosos, donde comenzó su práctica para tratar la histeria y la neurosis; para tratar a los enfermos mentales, primero utilizó la hipnosis, reemplazando ésta después (si bien siguió manteniendo en la terapia varios aspectos de la hipnosis) por la asociación libre y el análisis de los sueños, para desarrollar lo que actualmente se conoce como la “cura del habla”: observó que podía aliviar a sus pacientes haciendo que éstos se recostaran en un sofá y expresasen lo primero que se les viniese a la mente. Todo esto supuso el punto de partida del psicoanálisis.
En 1900, tras publicar algunos textos sobre sus investigaciones, Freud pasó a ser profesor en la Universidad de Viena.
En 1938, tras la anexión de Austria por parte de Alemania, Freud tuvo que marcharse a Inglaterra con su familia, donde vivió hasta su fallecimiento en 1939, como consecuencia de una sobredosis de morfina que un amigo, a petición del propio Freud, le inyectó para calmarle los dolores que le producía el cáncer oral que padecía desde hacía ya varios años, y del cual había sido operado en 33 ocasiones.
Las teorías de Sigmund Freud y el tratamiento que daba a sus pacientes causaron un gran revuelo en la Viena del siglo XIX, y el debate sobre las mismas continúa aún hoy en día; por un lado nos encontramos a sus seguidores más convencidos, que le consideran un gran científico de la medicina que hizo grandes descubrimientos en el campo de la psicología humana, y por otro lado están sus críticos, que lo ven como un filósofo que replanteó la naturaleza humana y nos ayudó a derribar tabúes, pero cuyas teorías no pertenecen al ámbito de la ciencia.
Su hija, Anna Freud, seguiría los pasos de su padre, llegando a convertirse en una importante psicoanalista especializada en los niños y en el desarrollo psicológico.
Sigismund Schlomo Freud
(Freiberg, actual República Checa, 1856 – Londres, 1939), más conocido como Sigmund Freud, fue un médico, neurólogo y librepensador austriaco, conocido sobre todo por ser el creador del psicoanálisis.