Aunque, durante muchos años, también fue uno de los menos conocidos.
De familia burguesa, estudió Ingeniería en la Universidad de Berlín para después trabajar como profesor de ingeniería en la Universidad de Stuttgart mientras escribía su primera novela Las tribulaciones del joven Törless (1906), que en 1966 sería llevada a la pantalla obteniendo varios premios y convirtiéndose en uno de los puntales del nuevo cine alemán.
Durante la I Guerra Mundial combatió con el ejército imperial y, al finalizar ésta, ocupó un puesto de funcionario en Viena (1919-1922). En 1931 se traslada a Berlín, pero con la llegada de Hitler al poder tiene que regresar a Viena (1933) y, tras la ocupación nazi de Austria en 1938, instalarse definitivamente en Suiza.
De entre sus obras, la más destacada es su larga (dos volúmenes) e inacabada novela El hombre sin atributos (1930-1943), donde retrata irónica, crítica y magistralmente la elegante sociedad de los Habsburgo, anterior a 1914. Esta novela le consagró póstumamente como un escritor que combinó de manera excepcional la ironía con la utopía, para analizar la gran crisis espiritual de su época y la descomposición del Imperio Austro-húngaro.