Un presentador de un programa de entrevistas se encuentra con un terraplanista: parece sacado directamente de un divertido vídeo de YouTube, pero en realidad se trata del comienzo de la opereta Die letzte Verschwörung (o “La última conspiración”) de Moritz Eggert. Un encuentro inesperado envía al protagonista a una serie de mundos paralelos, cada uno más complejo y extraño que el anterior. Esta “opereta mítica”, como el propio Eggert la denomina, golpea en el corazón de las teorías conspirativas actuales que se propagan por nuestras sociedades como un reguero de pólvora. La partitura de la opereta es igual de dinámica y extravagante, y se sitúa en un punto intermedio entre las mejores tradiciones de Jacques Offenbach y las armonías libres y las melodías desencadenadas del modernismo. La Ópera Popular de Viena presenta un viaje salvaje a través de la distorsionada mente colectiva de hoy en día.
El carismático héroe de Die letzte Verschwörung es Florian Quant, un moderador de un programa de entrevistas que inicia su caída en la locura conspirativa tras una discusión con la terraplanista Lara Lechner. Este episodio le sirve como puerta de entrada al universo paralelo de los símbolos ocultos y las pesadillas inimaginables que el pensamiento conspirativo moderno ha inventado. En su largo y sinuoso camino hacia extraños escenarios de fantasía, Quant recoge una cantidad creciente de explicaciones extravagantes y difíciles de creer sobre el mundo en el que vivimos. Desde extraterrestres hasta pizza con carne humana, las etapas de su viaje empujan los límites de la imaginación hasta que nuestro protagonista esté preparado para enfrentarse a la teoría de la conspiración final. ¿Le hará esto finalmente perder la cabeza, o le conducirá a una nueva comprensión de la vida tal y como la conocemos?
Moritz Eggert es la fuerza creativa tras Die letzte Verschwörung. Su libreto y su partitura van de la mano a la hora de abordar el divertido y a la vez muy serio tema de las teorías de las conspiraciones y de sus nefastas consecuencias en la sociedad. Dejando volar su imaginación y haciendo referencia a engaños del mundo real, Eggert pinta una imagen convincente de lo que supone vivir en un mundo de dudas y temores constantes en el que nuestros colegas, nuestros superiores, nuestros amigos e incluso nuestra pareja no son quienes creíamos que eran. Con Die Ietzte Verschwörung, la Volksoper de Viena les lleva de la mano y les empuja directamente a un mundo paralelo.